Es bueno hablar de política

La política es una necesidad, todo está relacionado con ella. Sin embargo los políticos , o más bien determinados políticos para no ser injusto, esos son harina de otro costal.

La política merece ser bien tratada, por lo que es recomendable no hablar sin fundamento. Una cosa es tener una opinión concreta sobre un tema político y otra muy distinta es pretender ser un experto en dicho tema cuando no lo eres.

En mi opinión, hablar de política requiere su momento; no vale cualquier ocasión. Por ejemplo, las comidas con amigos, familiares o compañeros son momentos de distensión en los que las discrepancias sobre temas políticos suelen causar estragos.

En general, cuando está presente el alcohol, debería dejarse la política al margen. Sus efluvios con frecuencia nublan la comprensión y provocan altercados indeseables.

Por otro lado, si vas a debatir sobre política —o sobre cualquier otro tema— sé generoso: deja que quien tiene la palabra termine su argumento e intenta comprender su punto de vista. Después podrás decidir si lo compartes o no.

No prepares tu "discursito" mientras otros hablan; deberías escuchar. De lo contrario, no estarás debatiendo: solo querrás que te escuchen a ti. Es decir, solo pretendes epatar.

Recuerda algo importante: gritar durante un debate demuestra impotencia e incapacidad. El volumen no sustituye la calidad del argumento; más bien evidencia una falta de recursos dialécticos. Si el grupo es caótico y nadie escucha a nadie, te aconsejo que seas tú quien escuche. Llegará un momento en que se den cuenta de que no estás participando y quizás te pregunten por qué estás callado. Ese será el momento de decirles: "¿Estáis dispuestos a escucharme?".

No tengas miedo de hablar de política, pero hazlo siempre que existan unas mínimas condiciones. Hablar de política es saludable, útil, importante, necesario y hasta inevitable.

Un último consejo: no imitéis a esa panda de tertulianos que pululan por nuestras televisiones. Ellos solo actúan; les exigen comportamientos provocadores para generar morbo y vender muchos anuncios.