Disonancia cognitiva

Termina el año con los jueces afeitando el huevo de sus paridas, los obispos con ganas de un golpe al papado, los militares guardando silencio y atentos al devenir, las fuerzas policiales y guardias civiles manteniendo el desorden interior-interno-por dentro, el gobierno de coalición peleando contra viento y marea, el PSOE manteniéndose en el filo de la navaja, UP tirando mas que empujando. el PP y su séquito megaderechón asediando el fuerte apache, la UE hundiéndose en el barrizal de su corrupción y de una guerra que nos está comiendo el moco....
Y el público en general, perdido en la voracidad del consumo y en la sobreactuación del festejo y la alegría sin contento, fruto de una satisfacción insatisfecha y de una ilusión desencantada. Nada de lo que aflora y se expresa en estos finales de año, navidad incluida, es real. Pura fantasía offshore es lo que se fabrica. Ni siquiera el derroche de luz y copos de nieve sirven para una navidad que nunca fue blanca porque, a la nuestra, le sobra luz y estrellas en sus noches del solsticio de invierno.
Siento tanta disonancia cognitiva y sensual. Ustedes me perdonen pero desfogo de tanto mentidero. Ni el año será viejo ni el que viene será nuevo. Todo seguirá igual bajo el sol. Y después de tanta enajenación mental y existencial, nos daremos de bruces con una realidad que permanece y reclama ser intervenida de verdad. La nevera estará vacía, las cuentas en rojo y la rutina desconfigurada.
Dejémonos de gaitas insufladas y armemos las voces que han de hacer polifonía de liberación en este año electoral, para sacarnos de tanta borrachera y de tanta indigestión.


Autor : José Luis Fernández de Castro Díaz