La defensa de Andalucía no tiene ni debe emular a ninguna otra. Cada cual se defiende como puede y nadie tiene que imponernos ningún modelo. La defensa de Andalucía no debe ser contra nadie sino a favor de sí misma, "Andalucía por sí", a favor de la gran mayoría de andaluces y andaluzas, a favor del progreso y solo y exclusivamente contra 'ideas' y no contra personas.
Ideas como el neoliberalismo extremo que pretende anular la iniciativa pública a favor de la privada. Paradójicamente cuando hay una crisis importante entonces quienes apoyan ese tipo de ideas acuden a lo público para que solucione la situación de sus empresas a través de ERTES.

La defensa de Andalucía no debe ser excluyente ni violenta pero sí contundente, implacable e incansable. Es preciso diseñar una estrategia propia que nos haga avanzar, una estrategia que supere de una vez el problema de raíz que tiene la propagación y penetración del andalucismo en todas las capas, ámbitos y estamentos andaluces, y es la falta de una estructura que agrupe a los andalucistas más comprometidos en cada rincón de Andalucía, una estructura que se extienda entre la juventud en sus ámbitos propios, en el ámbito rural, en los pueblos, en la industria en las fábricas, en las asociaciones vecinales...
Hay ejemplos de organización como el Partido Comunista de España, los círculos de Podemos o los CDR catalanes, que ponen de manifiesto la eficacia en la implantación organizativa en todo el territorio nacional llegando a los mas importantes estamentos de nuestra sociedad: el ámbito de la educación, el mundo del trabajo y las organizaciones vecinales, podrían ser un referente.
Hay otro problema serio, de difícil solución, porque depende de la voluntad y de la capacidad de diálogo y entendimiento ente varias organizaciones: la división y las disputas de las organizaciones progresistas andaluzas.
Hay ejemplos de organización como el Partido Comunista de España, los círculos de Podemos o los CDR catalanes, que ponen de manifiesto la eficacia en la implantación organizativa en todo el territorio nacional llegando a los mas importantes estamentos de nuestra sociedad: el ámbito de la educación, el mundo del trabajo y las organizaciones vecinales, podrían ser un referente.
Hay otro problema serio, de difícil solución, porque depende de la voluntad y de la capacidad de diálogo y entendimiento ente varias organizaciones: la división y las disputas de las organizaciones progresistas andaluzas.
El andalucismo no avanzará con actitudes políticas que buscan conseguir unos cuantos escaños, alcaldías o concejales, eso no sirve para nada, como se ha demostrado en los últimos 40 años , es preciso construir una opción mayoritaria andalucista y progresista con presencia efectiva en los tres foros de decisión mas importantes: UE, Congresos de los Diputados, Parlamento Andaluz. Andalucía sólo dejará de ser mediocre cuando la presencia andaluza en estos foros sea importante y para eso es preciso crear estrategias concretas.
Hoy por hoy la única arma eficaz es la representación política cuanto más amplia mejor, es preciso que las elecciones, de cualquier ámbito, se preparen al amparo del paraguas del andalucismo. La estrategia de movilización del andalucismo pasa por crear grupos de apoyo que puedan organizarse en cada ciudad, en cada municipio, con líneas maestras acordadas en un consejo superior al margen de partidos políticos concretos aunque si con su cooperación, es importante mantener la independencia de los mismos para que ninguna fuerza política, grande o pequeña, pueda manipular la estrategia de los Grupos de Defensa de Andalucía.
Como decía Blas Infante en su "Ideal andaluz" tenemos que creer en nuestro progreso, si otros en nuestro país y fuera de él progresan, nosotros no podemos ser menos, estamos obligados a intentarlo.
Es preciso que el andalucismo, sin división, penetre en los colegios, en los institutos, en la universidad, asociaciones de vecinos, clubes deportivos, asociaciones culturales, centros de mayores, clubes sociales, organizaciones sindicales, ..., en definitiva en todos los ámbitos de la vida andaluza. Solo así seremos capaces de componer una coalición electoral (o varias) pero que remen en la misma dirección: La sociedad andaluza del bienestar .
Por lo tanto dos ideas determinantes para el avance del andalucismo: crear los Grupos de Defensa de Andalucía y forzar a las organizaciones progresistas a unificarse electoralmente.
Cada andaluz que sienta que su tierra no progresa debería forzar en los foros donde se pueda, redes sociales, organizaciones política, culturales, etc. a las organizaciones progresistas para que formen un frente común... ¡¡ YA !!