Si por casualidad estás viendo lo que está ocurriendo estos días en relación con tu asesinato, te imagino perpleja y muy cabreada.

Debes saber que, aunque las comparaciones son odiosas, eres como la Navidad, durante esas fechas, todo el mundo se vuelve "blandito", amable, cariñoso, solidario, dadivoso, respetuoso, ..., en relación con tu caso todo el mundo está indignado, todo el mundo muestra su repulsa, la redes sociales arden, la indignación es grande y generalizada llegando a veces al ridículo, ...
Y dirás ¿dónde está el parecido?, es fácil, cuando pasa la Navidad, a los pocos días todo el mundo vuelve a lo suyo, a su egoísmo, su insolidaridad, su malhumor, su mala leche, ..., en tu caso dentro de unos días cuando se agote el asunto después de haberle sacado el jugo por completo todos te olvidarán - los tuyos evidentemente no - probablemente por el implacable paso del tiempo, por la falta de interés por todo, porque aparecerá otro asunto digno de ser televisivo que tomara el lugar del tuyo, en fin, sabes cómo somos y qué somos, en el fondo una sociedad enferma, egoísta, veleta, adicta a casi todo y que no reflexiona sobre nada, funciona por impulsos enérgicos y después olvida con rapidez y facilidad.
Espero como te decía al principio que estés en un paraíso y que te calces tus zapatillas y echés a correr por circuitos paradisíacos donde no haya criminales individuos observándote con macabras intenciones, donde puedas ejercer tu profesión, la más bonitas de todas las profesiones, la de enseñar cosas a los demás, espero que allá estés en compañía de personas sin prejuicios, sinceras, amables, conciliadoras, dispuestas al debate sin miedo,....
Ahora es pronto para que seas una cifra de la estadísticas, pero dentro de poco lo serás, como las 46 mujeres asesinadas vilmente durante este año que llega a su fin, mientras esos españoles que tanto "saben" pierden el tiempo en hacer rentable sus ideas (políticas) a costa del asesinato de todas vosotras.
Pero siempre es posible que ocurra un "milagro" y ocurra como en el caso de Miguel Angel Blanco respecto al terrorismo y te conviertas en el definitivo penúltimo caso de violencia de género. Pero lamento mucho tener que ser pesimista porque creo que lo que provoca todo este desvarío es de mucha más envergadura que el terrorismo de ETA, algo pasa en el interior del cerebro de una gran cantidad de hombres que nos predispone a este grado de maldad.
Sólo el avance en formación, información y educación y el consenso de toda la sociedad para luchar de verdad contra esta lacra, conseguirá sobrepasar poco a poco este enorme problema, lástima que nos faltes tú, porque como te mencioné antes formabas parte de la profesión que más ayuda puede prestar en esta lucha.
Descansa en paz.